Un nuevo sistema

El sistema público de servicios sociales no funciona.

Se ha convertido en un sistema rígido, hiperburocratizado, con profesionales que trabajan la mayor del tiempo para cubrir las necesidades del propio del sistema, dejando a las personas en un segundo plano.

Lo importante es dar resultados, cifras, cumplir plazos de entrega etc no importa como, solo hacerlo para que al terminar el año en cuatro papeles justificar que se han tramitado X prestaciones.

Hay un objetivo y una planificación ( bueno, un intento) para el sistema. 

Pero no hay un objetivo o una planificación con cada una de las personas o familias que llegan a servicios sociales, no hay un acompañamiento social, tampoco hay un estudio del impacto de las actuaciones sobre su situación social, no se evalúa hasta qué punto el sistema es útil.

Y esto es lo que hay que cambiar, el centro del sistema de servicios sociales tiene que dejar de ser el propio sistema y pasar a ser cada una de las personas que acuden al mismo. 

Hay que crear procesos con mucha menos burocracia, rápidos, que permitan ser medios dentro de una intervención social, individualizada y planificada,  y  que esa prestación no sea la única intervención. Prestaciones en las que las trabajadoras sociales no tengan más que hacer la primera valoración y un informe social. Para esto hay que contratar muchos más auxiliares de servicios sociales y administrativos.

Hay que coordinarse y estar en continuo trabajo con los recursos que rodean cada distrito, incluso que existiese la posibilidad en que al diseñar una intervención social se establecieran objetivos entre todos los servicios y sobre todo con la persona y familia. 

Hay que salir del despacho y apostar por grupos . Grupos especializados en las principales situaciones sociales que se den en cada distrito , como pueden ser alto número de personas mayores solas, o personas solicitantes de asilo etc  pero hablo grupos de intervención, no grupos para informar de requisitos y papeles que hay que entregar para determinadas prestaciones  . Grupos que vayan más allá, donde participen varios profesionales de servicios sociales.

Hay que crear una especie de comisión dónde puedan participar los propios profesionales de servicios sociales  y se tomen decisiones conjuntamente con los políticos. Dejar nuestro rumbo solo a los políticos es la condena que estamos cumpliendo.

Y hay que exigir a los políticos que inviertan en servicios sociales, con presupuestos que de verdad griten que somos esenciales. Si no hay inversión tampoco se hacen milagros .

Creo en unos servicios sociales diferentes, en unos servicios sociales con trabajadores y trabajadoras sociales que puedan hacer trabajo social, un sistema que abrace a quien llega y no que solo le tire monedas .

Comments