Desde la comodidad
No deja de sorprenderme la benevolencia de muchas y muchos funcionarios con el sistema. Con su mal funcionamiento . 'Estamos en una emergencia y todos funcionan mal", "hay cosas que no dependen de mi y es lo que hay", "no puedo intervenir con las personas pero siempre ha sido así", "hacemos lo que podemos" .
Claro, lo dices desde tu puesto de trabajo, con 2000 euros mensuales y sabiendo que no te van a faltar.
Pero las personas que acuden a este sistema frío e ineficaz no tienen esa seguridad y no pueden conformarse con lo que hay .
Seguimos olvidando que nuestra razón de ser no es el sistema, no es mi jefa, no es el político x ,ni siquiera mis compañeros compañeras, son LAS PERSONAS.
La profesión surge desde la justicia social, surge trabajando con la gente.
Creo que el trabajo social es una profesión esencial, lo es siempre y cuando seamos trabajadoras sociales y no funcionarias encerradas entre cuatro paredes tramitando papeles e interrogando a la gente.
A veces siento que hemos estudiado carreras diferentes, o que en realidad creo que me equivoqué y he estudiado administración de empresas.
Animo a todos aquellos enamorados del sistema público a leer un poco más sobre nuestra profesión , a volver a coger los libros. Si después de eso siguen pensando que en el Ayuntamiento de Madrid somos trabajadores sociales y no meros títeres gestores a la orden de sus jefes los políticos, pues me rindo.
La gente no nos conoce y no nos valora porque no estamos como debemos estar, porque no estamos dónde y cuándo debemos estar. No estamos con la gente, estamos con el sistema.
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