Expectativas VS Realidad
Una vez que pones por primera vez el pie en el centro de servicios sociales que te toca, se acaba la emoción por el aprobado y empiezas un nuevo momento vital.
¿Qué puedo decir después de mes y medio? Pues solo puedo decir que todavía no me he sentido Trabajadora social, esa que se estudia en la carrera y en la oposición.
Muchos dicen que no me decepcione tan rápido, que estamos en una emergencia social . Pues a ver, si ante una emergencia social el papel de servicios sociales es tan pobre, qué me queda esperar más adelante.
Mi trabajo ahora consiste en llamar a unas 10 personas diarias e interrogarles buscando saber si cumplen requisitos de ingresos para acceder a una tarjeta que les permita comer.
Evidentemente existe un límite de ingresos extremadamente bajo, como no.
Pues bien, les llamo, ni yo les conozco ni ellos me conocen a mi, pero que más da, total lo que importa es que investigue su situación económica para añadirlos o no a una lista y que nuestros políticos puedan enorgullecerse de tal hazaña.
Después de los interrogatorios para mi sistema, en las próximas semanas lo que haré será tramitar los papeles de los afortunados, por supuesto hacer su informe social, de personas con las que nunca he intervenido y posiblemente no vuelva a escuchar . Pero tampoco pasa nada porque el informe social realmente es un trámite sin importancia, hay que poner lo básico, posiblemente muchos serán iguales, porque repito no les conozco, y seamos sinceros lo que vale son que cumplan requisitos ni más ni menos.
Bueno, pero no está todo perdido estas tarjetas van unidas a un diseño de intervención social. Seguro que es el mismo diseño que hay en todas la historias sociales que reviso ( no he visto ninguno).
¿Este es el sistema que queremos? ¿Queremos tener el rol de servir y trabajar para el político de turno? ¿Vamos a permitir una prestación que deja fuera a muchísimas familias muy vulnerables en una emergencia social? ¿Alguien se acuerda de lo que hemos estudiado? ¿Vamos a permitir que las personas sean un trámite más?
Si Jane Addams y Mary Richmond levantasen la cabeza sentirían vergüenza de todos nosotros, como sistema y como profesión.
Comments
Post a Comment